Mi historia con los zapatos comenzó desde niña.

Crecí entre moldes, suelas y conversaciones sobre cueros, hormas y cordones. Ahí entendí desde muy temprano lo que significaba trabajar con las manos, con precisión y con detalle.

Con el tiempo, ese mundo me fue marcando. Trabajé durante años en el sector, aprendiendo desde adentro cómo se construye un buen zapato. Pero también sentía la necesidad de explorar algo más estético, más sensible, más personal.

Así fue como decidí estudiar diseño de calzado en Madrid y desarrollar mi propio lenguaje creativo.

Fue al volver a Venezuela cuando todo tomó forma.

Quería crear algo que uniera lo que aprendí con lo que soy. Algo que honrara el trabajo local, el detalle, y el valor de hacer las cosas bien.

Eso es maroma, el resultado de esa mezcla:

Una herencia zapatera profundamente técnica, combinada con una visión artística que busca crear algo más íntimo.

Una marca de sneakers, hechos a mano, hechos en casa, con piel natural y mucha calma.

Hoy somos un maravilloso equipo de artesanos y soñadores, comprometidos con rescatar la artesanía y los procesos manuales; comprometidos con crear desde el propósito.

Y esta historia recién empieza…

Gracias por ser parte de este viaje,

por caminar a nuestro ritmo.

- Mari.